martes, 25 de enero de 2011

Mi experiencia de la escuela.

Estudié en una escuela llamada "San José", en donde pude estudiar toda mi primaria.

El primer contacto que tuve fue con una niña que venía de un municipio llamado el Bordo, en donde vivía toda su familia, pero inesperadamente se fueron a vivir a Popayán y allá encontraron la oportunidad de segur adelante.

La despedida de mi mamá en la puerta fue muy difícil, ya que estuvo cargada de muchos sentimientos y sobre todo de lágrimas, especialemente por parte mía.
Al entrar en la institución, estaba muy perdido, porque no encontraba el salón y además me perdía en medio de tantos niños y niñas que estaban estudiando desde hace varios años. Recuerdo que pregunté en dónde quedaba el salón y posteriomente me mandaron para otro, al llegar allá me dijeron: ¡Estás más perdido que envolatado!. Inmediatamente me fuí lleno de verguenza para donde los muchachos que me habían dicho esto, y "no los encontré ni por las curvas". Me imagino que se habrían "muerto" de la risa, después de hacerme aquella "primiparada".

Por fin encontré el salón y a su vez, todos los niños que serían mis futuros compañeros.... enseguida les pregunté de dónde venían, cuántos años tienen, quién los fue a dejar, qué llevaron de lonchera... en general, fue un momento muy bonito y especial, porque dí los primeros pasos en mi formación.
La profesora desde un principio se tornó muy amable y paciente y nos colaboraba en lo que más podía, en pocas palabras "era un amor".
Así pasaron esos años tan especiales de la Primaria, llenos de anécdotas, las primeras amistades, los orígenes de las picardias, embarradas, logros, regaños, buenos resultados, recochas, llantos y en general la oportunidad de haber logrado terminar una primera etapa en mi vida.

Después de esto, continuaba en mi formación el Bachillerato; al principio fue muy dificil, ya que para encontrar el colegio que yo quería se convirtió en una experiencia de mucho tiempo, además de irnos a sentar todas las tardes con mis papás de las 2 hasta las 6 p.m.esperando cada día al rector para que nos dieran la gran noticia, pero lamentablemente siempre nos replicaba que "no había cupo", que siguieramos intentándolo!!!. A medida que pasaba el tiempo el desespero seguía, ya que no lograba cumplir ese sueño deseado... mientras tanto me tocaba que ir a haceme inscribir en otros colegios, pero la idea no me convencía completamente.

Un día de esos, en el año 200, asistí a una Eucaristía donde iba a estar el padre rector, y como era acólito, le colaboré en la misma pasándole todo lo relacionado con la Liturgia. Terminada la Misa me dijo: "Bueno, después de tanta insistidera y al ver su perseverancia y la de sus papás, el cupo es suyo", inmediatamente le agradecí y abracé a mis papás, expresándoles la alegría tan inmensa que sentía. Lo tomé siempre como un regalo de Dios, que me llamaba para cumplir una misión especial en este mundo..... desde siempre había querido ser Sacerdote y qué mejor que lograr dejarme guiar por los religosos de este colegio. Al momento de arrivar a la institución, me sentía como en la primaria "más perdido que el hijo de Limberg", pero el avance en cuanto a ir dejando los nervios y la verguenza había sido provechoso, lo que me permitió, "romper el hielo" y conocer a los futuros compañeros que estaría conmigo 6 años. Recuerdo muy bien que empezamos 250, donde hubo 5 sextos y la alegría de todos los muchachos era enorme... con el paso del tiempo se empezó a reducir los grupos y al finalizar el bahillerato, terminamos 60.

De allí en adelante, me vendría la gran aventura de mi vida, que sería SER SACERDOTE, me dejé orientar por los religiosos de mi colegio y aquí me encuentro en éste año 2011, en mi 5 año de formación como Salesiano y con ganas de seguir adelante. Le pido al Dios de la vida, que me continúe dando fidelidad y perseverancia para seguir en el camino de seguimiento a Él.

1 comentario:

  1. Fredy, grato recordar la primera niña con quien hablaste. Todos nos perdimos alguna vez buscando nuestro salón, así como se recuerdan las bromas y las "embarradas". Otro factor es de la constancia... es un dicho que el que persevera alcanza...

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